NaNoWeek: Semana 1 o persiguiendo word-counts.

Creo que ya es bastante obvio que noviembre es el mes del NaNoWriMo y que cada semana estaré escribiendo acerca de como me ha ido. No hay otra, hay costumbres que nacen a la fuerza y esta es una de ellas. Como es obvio, yo os vengo a hablar de mi experiencia y de aquellas personitas que me han ido haciendo subir el word-count como la espuma.

Y es que este año ha habido mucha motivación por gente que conocía. El grupo de whatsapp del NaNo este año está que echa humo con la actividad y he visto a mucha gente muy motivada. El año pasado ya había sido una buena fuente de estímulo, pero creo que este año lo es todavía más.


El caso es que este año es raro. Es raro porque empecé esta aventura en Santander y ni siquiera a las 00:00 como otros años, sino que fue un poco después porque estaba el concierto de OT y mi padre obsesionado con seguir por google maps una carretera de Portugal para ver si tenia peajes.

Me costó ponerme. No solo por eso, sino porque no encontraba la inspiración. Llegué a pensar que mis meses preparando cosas no iban a bastarme y que la historia se iba a bloquear o algo. Y eso que parte del principio lo iba a reescribir, por lo que ya tenía una base.  Al final el café que me había tomado por la tarde hizo efecto y me tumbé en la cama con los ojos como platos hasta las 3 de la mañana y las 2400 palabras. Ese es mi nivel: un colchón de palabras sobre el que acostarme.

¿Qué pasó? Que este año hubo gente más loca que yo, y mi número de palabras no fue el mayor cuando me levanté. Me refiero a Paula y a Ru. Ambos se volvieron locos mientras yo pasaba mas o menos el día con mi padre y cuando al fin pude escribir ya casi llevaban 10k. Claro, yo quedé y escribí un poco, pero al mismo tiempo las escenas me costaban un poco más. Hasta que no me puse en casa con música no salí del "bloqueo" (algunos me odiarán por describirlo así pero es que para el tiempo que le eché tendría que haber escrito más) y alcancé las 6178 palabras antes de irme a dormir.

El miércoles 2 era un día raro, porque era el cumpleaños de mi abuela y además tenía un alsa que coger por la noche. Si llegué a escribir algo por la mañana no fue suficiente ni para dejar constancia de ello, pero sí recuerdo sentarme en el suelo de la estación de alsa y sacar la tablet con toda mi dignidad para escribir con ella apoyada sobre mi maleta. Evidentemente después también escribi en el autobus y de 6k pasé a 9989 porque ya me diréis que haces en un alsa cuando ni te ponen pelis y fuera solo hay oscuridad. Seguía habiendo gente mucho más rápida que yo y eso en realidad me resulta motivacional porque si tengo tiempo para escribir lo hago. So, ahí estaba yo, persiguiendo los pasos de Paula aunque me fuera la vida en ello. No logré alcanzarla.

El jueves 3 comenzamos con los word-sprints y con ellos mi productividad se disparó (más). No sé si los conocéis, pero básicamente son carreras para motivarse entre compañeros, tienes que intentar escribir el mayor número de palabras en un tiempo dado. Además, la web del NaNo este año permite crear word-sprints desde ahí y es más fácil encontrar amigos con los que competir. Ese fue el auge del grupo del NaNo pasándonos links a carreras. Acabé el día con 17634 palabras y todavía tras los pasos de Paula.

A ver, quiero hacer una pausa aquí para deciros una cosa: yo me motivo siguiendo word-counts, por si no lo habíais supuesto, pero no tenéis que sentiros mal si no alcanzáis a la gente. Si vais escribiendo día a día y sentis que la motivación cada vez es mayor, eso es suficiente. Si vuestro tiempo para escribir solo os permite alcanzar por los pelos el mínimo del NaNo es genial. Yo busco tiempo libre de todas partes y tiendo a escribir en modo focus, por lo que intento que mi tiempo cunda al máximo. Pero hay gente que tiene menos tiempo o no escribe tan rápido. Si lográis escribir más este mes, motivados por gente loca como nosotros o por la histeria colectiva, ya es todo un logro.

Pero sí, yo vivo a base de perseguir a Paula. Sobre todo cuando me ofreció chocolate si lograba superar su número de palabras antes del martes. Eso fue por mi ausencia total de chocolate en casa y el frío que hacía fuera, que no me motivaban nada a salir a por más. El viernes 4, entre word-sprints, música y vaciar mis despensas en busca de chocolate (me quedan literalmente dos bombones en toda la casa) alcancé las 22553. Sí, me hice casi la mitad del NaNoWriMo en 4 días, pero sobre todo es gracias a la histeria colectiva y haber reducido mis juegos a una granja virtual en el móvil.

El sábado 5 mi único momento de escritura se redujo al autobús a Ponferrada tras descubrir que me habían quitado HTTYD de las peliculas que ofrece alsa cuando tienes pantallita en el asiento. Además, en un complot por frenarme, mi tablet decidió volverse loca si ponía tildes con el teclado y me pasé casi todo el viaje frustrada intentando arreglarlo (sin éxito, cuando llegamos a Ponferrada me fui a ver los precios de los teclados a worten en un momento de pura desesperación). Ahora hay como 2 capítulos de la novela con tildes intermitentes, porque en algunas me olvidaba y tenía que volverme loca para ir escribiendo bien.

Hago un inciso para comentar que este año estoy usando Novlr para escribir en vez de mi amado Scrivener, ya que Novlr es una web multidispositivo que te permite trabajar sin conexión. Es la forma más cómoda de tenerlo todo en el mismo sitio ya que la aplicación de scrivener ahora mismo solo sirve para iOS. La web es gratis hasta diciembre y luego funciona con suscripciones mensuales demasiado caras para mi gusto, pero la verdad es que es bastante completa en cuanto a funcionalidad. Al final, y gracias a escribir un poco antes de dormir, logré hacer la mitad del NaNoWriMo a día 5, quedando con 26057 palabras. 

Ayer domingo la cosa no mejoró mucho, aunque avancé palabras gracias a un par de sprints con el grupo del NaNo y sobre todo Esther, que se apunta a cualquiera yo creo. No sé si falló alguno de los muchos que se hicieron pero aquel en el que más escribi fue gracias a ella. Escribi 1238 palabras y me sirvio para que luego, con las 600 aprox que escribiese en la tablet, hiciera el mínimo del día. El problema es que en la tablet y en el coche escribir no era tan fácil como en el Alsa y cuando llegamos a casa estaba tan congelada que se me había ido toda la motivación. No pasaba nada, porque acababa de superar el número de palabras que llevaba Paula en la web del NaNo y eso significaba chocolate (Paula I love you).  Acabé el día con 28404 palabras aunque la web del NaNo lo cuente diferente porque cuando terminé de escribir no pude actualizarlo y me olvidé de hacerlo después.

Sí, seis días para alcanzar a Paula y al fin estaba ahí. El pique continua porque nos vamos superando poco a poco la una a la otra y eso en parte sigue motivando, además, los sprints, tanto del grupo de whatsapp como del twitter de NaNoWordSprints siguen siendo fuente de motivación total. El NaNoWriMo sigue sacando mis ganas de escribir de debajo de las piedras y aunque tenga días bajos, hoy me he despertado con ganas de seguir adelante porque hay un par de escenas que quiero escribir y las tengo muy muy cerca. Además, hace frío y mi cama me seduce para escribir.

ya voy casi 30k y es temprano, así que ya supondréis cómo acabaré el día.

¿Y a vosotros como os va en el NaNoWriMo? ¿Habéis probado los word-sprints?