La profesión del escritor.

Hace unos días coincidió que andaba por el centro de oviedo buscando un regalo para mi padre (por el día del padre y eso) cuando en la librería del centro de la ciudad se daba la presentación de una novela. Salí al escaparate para leer disimuladamente de qué se trataba (porque acercarme a leer de qué iba el libro cuando estaba la autora y toda su familia para felicitarle como que no). Y bueno, en realidad no tenía nada mejor que hacer y tenía frío, así que cogí asiento disimuladamente al final del todo y me dediqué a escuchar.

Aunque muchas cosas de las que hablaban me chirriaban como protoescritora (como ese hombre al que le gusta corregir, ¿a quién le gusta corregir?) y lectora (no hacían más que encajonar la novela dentro del género fantástico, al que luego llaman cajón de sastre donde se mete lo que no encaja en el resto, cuando la autora definía la novela como realismo mágico), lo que más me dolió fue cuando estaban hablando de escritores que se dedican "profesionalmente" a la escritura, o que escribían con cierta frecuencia.


El editor de la novela hablaba de amigos suyos que escribían muchos libros y que él no se veía capaz, pero claro, que sus amigos (periodistas, creo, ya que él lo era y estaban hablando de compañeros de oficio) le dedicaban dos horas al día a escribir.

La autora, en ese instante, con la palabrería común de estos actos, dijo entre florituras que "para escribir hay que vivir" y que si uno escribe dos horas todos los días no puede vivir. 

Posoc.

De verdad me sorprende que diga eso, cuando es perfectamente plausible escribir dos horas al día. No es tiempo que te quite de vivir, no es un tiempo que no puedas compaginar con tu trabajo, con tu vida social y personal. Es un tiempo que le dedicas a un hobby y, si te dedicas a escribir, es un tiempo que le dedicas a tu profesión.

Haruki Murakami, al parecer, según dijo ella, se levanta por las mañanas, corre una hora y luego escribe 6. ¿Es eso demasiado? Cuando uno trabaja en una empresa tiene que dedicarle 8 horas al día, 40 horas a la semana. ¿Acaso escribir 6 horas cuando eres un escritor de renombre es mucho?

Cuando lo primero que la gran mayoría de escritores te dicen es que escribas todos los días, que te crees un hábito, un ritmo, escuchar esas palabras fueron una cuchillada a mi corazoncito. Cuando existen eventos como el NaNoWriMo, que intentan formar ese hábito en nosotros, cuando nos dicen que la escritura es un 10% inspiración y un 90% tozudez, cuando llevas tanto tiempo estudiando un pasatiempo que disfrutas y escuchas a gente publicar con ese pensamiento, algo se rompe en mi interior.

No me malinterpreteis, me parece genial que esa chica no escriba todos los días y publique, que no tenga el hábito. No me podría importar menos. Pero que menosprecie el oficio de la gente que le dedica tiempo, ganas y que genera un hábito para algo que les gusta, eso sí me duele. La profesión de escritor está ligada a momentos de soledad, sí, cuando escribes normalmente estás solo. Pero eso no hace que no puedan vivir, que no acaben su sesión de escritura y se levanten, cansados, y se dediquen a otra cosa. Y de verdad me sorprende que no lo dijera por Murakami, sino por una persona que ocupa dos horas de su tiempo en algo que les da dinero. Yo ocupo ese tiempo en el blog, si me apuráis.

Al final no sé en qué acabó la presentación, porque se alargó más de lo que esperaba y ni siquiera quedaban libros para cotillear en la zona de la presentación, por lo que salí algo decepcionada de la librería. Y frustrada. Y por eso he decidido liberar tensiones y escribir esta entrada.

¿Vosotros qué opináis? ¿Sois de los que tenéis el hábito de escribir o tenéis que esperar a que llegue la inspiración?