Felicidad Inmediata {Relato Corto}

¡Buenos días!
¿Qué tal el fin de semana? Aquí parece que lo del "aguas mil" se va asentando, para felicidad o desgracia de algunos. Me gusta el paisaje de asturias nublado, la verdad, pero no que llueva tanto xD
Hoy os traigo otro relato de Clarya y Daimen al que le tengo mucho aprecio. Creo que demuestra que a pesar de estar en una situación difícil, ambos ponen de su parte por cambiar y mejorar su relación. Este fue el primer capítulo y aquí tenéis el segundo.
Por otro lado aprovecho para deciros que se acaba el tiempo para apuntarse a la segunda ronda de blogs colaboradores, que necesita de gente para reseñar, así que si nos hacéis el favor de apuntaros, os estaría muy agradecida ;)
Y ahora sí, os dejo con este relato para amenizar el lunes.


Uno puede creer que es fácil divisar a un dragón atravesar el firmamento. Pero, cuando vuelas sobre él, sabes que solo se mostrará si quiere ser visto.
La dragona viajaba esquivando los grandes núcleos de población, escondiéndose entre las nubes. A veces giraba la cabeza para comprobar que seguíamos en su lomo, pero normalmente no reparaba en nosotros. Y en parte era normal que quisiera asegurarse de que estábamos allí, de lo callados que estábamos. Puede que también se debiese a la altitud, al viento… Pero en el fondo, ninguno tenía nada de qué hablar, o no queríamos tenerlo. Era cierto que al menos no me molestaba estar pegada a su cuerpo, que nos habíamos acercado más, pero quien ha tenido una discusión de pareja sabe que los malos momentos no se olvidan tan rápido, sobre todo entre dos personas tan orgullosas como somos Daimen y yo.
Se iba haciendo de noche cuando noté que la dragona plegaba las alas e iniciaba un descenso suave. Agarré con más fuerza el cuerpo de Daimen mientras miraba alrededor. No me sonaban las cordilleras montañosas y entre las copas de los árboles no se veía ni rastro de la civilización, tampoco nada que pudiera reconocer, como un río o lago. Me sentí perdida, como si nunca fuera a volver a casa.
Aterrizamos en un claro pequeño, pero lo suficientemente grande para que la dragona reposara. Tras una buena sarta de lamentos, pareció darse por satisfecha con sus reclamos sexuales e inclinó su cuello con suavidad hacia nosotros. La compasión pudo conmigo y me acerqué, rascándole la barbilla.
- Echas de menos unos buenos mimos, ¿eh?- Murmuré, sonriendo. Ella rugió con suavidad, aunque me tronó el pecho. Me giré un segundo para mirar a Daimen, que justo volvía de recoger leña.- Supongo que yo también…
Nos miramos en silencio, y volví a sentirme mal. Ojalá pudiera simplemente retroceder en el tiempo hacia momentos mejores, en vez de desviar la vista y sentarme en la zona más apartada de él, intercambiando miradas como si aquello pudiera solucionarlo todo.
Daimen suspiró, depositó la leña en el centro del claro y miró a la dragona, parecía que ella le entendió, porque lanzó una pequeña llama que encendió los leños, para luego volver a acurrucarse y, supongo, quedarse dormida. Luego caminó hacia mí. Yo tragué saliva y fijé la vista en el fuego.
-¿Estás bien?- Me preguntó. Intenté no mirarle, me era más fácil hablar mirando a las brasas.
- No…- Con una rama, comencé a remover el fuego, frustrada- Supongo que esté molesta por lo que nos pasa.
- Ya sabíamos que no iba a ser fácil- Intentó consolarme él, a pesar de que no fue demasiado consuelo. Bufé.
- Pero quiero que lo sea. Quiero ser feliz contigo como cuando estábamos en el Lhanda, quiero ser feliz y no despertarme sabiendo que lo has dado todo por mi, y que tal vez yo no sea lo suficiente para ti- Noté que la voz me iba a fallar, y que se me nublaba la vista por las lágrimas, pero traté de disimularlo.
Dalimen suspiró, sentándose a mi lado y rodeándome con un brazo. Al principio me quedé inmóvil de la frustración, pero la sensación de calidez que me envolvía al sentirlo al lado me hizo ceder, apoyándome sobre su hombro.
- No lo di todo por ti. Di lo que quería dar- Susurró, acariciándome el hombro- La vida en el Lhanda no estaba completa si tu no estabas en él. Y claro que lo echo de menos, pero nunca dejaré de estar feliz a tu lado.
Sonreí casi porque tenía que hacerlo. Sin ganas, sin creerle del todo.
- Ahora no estás feliz.
- Ahora sí estoy feliz- Corrigió él, haciendo una pausa para besarme la coronilla- porque te tengo aquí, a mi lado. Antes, en casa, cuando no hablábamos… no tanto.
- ¿Y puedo ayudarte a superarlo?- Pregunté. En realidad esperaba que este viaje fuera nuestra ayuda, por eso había querido ir con él, a pesar de que no estaba yendo demasiado bien. Al menos darme cuenta que estábamos hablando de ello, intentando solucionarlo, me hacía sentir algo mejor.
- Sí, claro que puedes- Sonrió y se inclinó hacia mi, besándome con suavidad en los labios. Era un beso tierno y dulce, muy distinto a aquellos secos que nos habíamos estado tirando desde hacía tanto tiempo- Lo estás haciendo.

Comentarios

  1. Qué potitooooo *_*

    Jajajaja a veces el orgullo puede más que el amor y eso es malo, malo, malo. Pero qué voy a decir yo si soy el orgullo en persona xDDD

    Un besito guapa :)

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    1. Ya, yo también soy muy orgullosa, creo que lo importante es acabar sabiendo ceder xD Un besín <3

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  2. Hola Gema, hace rato no me pasaba por aquí. No sabia de este relato, así que creo que me pondré al día jaja. Me encantaria volver a apuntarme a la segunda ronda pero preciso ya empiezo con exámenes. Espero de igual manera que les vaya muy bien. Un abrazo :)

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    1. Jaja te entiendo, yo me apunto como lectora porque me come menos tiempo. Espero verte al menos en la siguiente.
      ¡Un besín!

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  3. Qué ternura este Daimen ♥ Ojalá puedan superar juntos el problema. Hermoso relato.
    ¡Un beso!

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    1. Jaja te aseguro que lo harán :) Me alegra que te gustara.
      ¡Un besín!

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  4. Holaaaa.
    Pero que lindo. ¿A qué no adivinas qué fue lo que más me gustó? xD
    El dragóóóóón<3
    ¡Saludos!

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  5. Hacia una eternidad que no pasaba por aqui (sorry -.-")
    Que bonita relación tienen, dificil, si, pero realmente preciosa.
    Yo quiero una dragona, una pequeñita... :3
    Un besooo
    Lena

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