Replay {cuéntame tu historia}
¡Hola!
¿Qué tal? ¡Al fin viernes! Subo esto antes de irme a mi ultimo examen de enero así que ya sabéis que mi semana ha sido mala pero está a punto de mejorar jajaja. Esperemos que el examen me salga bien, ya os contaré.
Hoy vuelvo a subir un relato del "cuéntame tu historia" para ver si me pongo al día. Que por cierto, Shei subió también una entrada sobre este reto. Esta vez el tema tenía que ver con la música.
Llevaba un tiempo con sincio de que alguno de mis personajes bailara y pensaba llevarlo por ese camino...
Y bueno, bailar, baila. Pero es muy raro xD
En fin, espero que os guste.
Lo escribí con esta playlist sonando y puede hacer que la historia cobre vida frente a vosotros.
O puede que no.
PD. No, yo tampoco sé qué me ha dado con la primera persona de presente.
La música envuelve mis oídos, como de costumbre, con los cascos puestos. Es fácil evadirse con ella y desaparecer a otro lugar, y a otra dimensión, cuando te sumerges entre notas que disto de conocer, pues la verdad es que no tengo ni la menor idea de entender la música.
Sin embargo, sin poder evitarlo me quito los cascos y comienzo a vagar sola por la habitación. Unos pasos lentos y siguiendo un ritmo que conozco. Claro que lo conozco bien. La melodía me va envolviendo y pronto las notas parecen acompañarme en cada pisada. Un tango, sí, pero un tango lento cargado de emoción. La melodía se expande a mi alrededor mientras camino, y casi puedo sentir las notas acariciarme la cintura y guiarme, como si en vez de estar en calcetines en el salón, llevara zapatos de aguja y un largo vestido rojo en medio de una sala de baile.
El pulso se me acelera, conmovida por las notas, por la voz que la acompaña. Siento la calidez del hombre que toca el violín, y noto sus manos entre las mías, haciendo que retroceda y abriendo su brazo para que pase por debajo. Dejo escapar mi cuerpo en aquella sencilla pirueta y me vuelvo a pegar a esa persona invisible que, sin embargo, siento tan cerca, y es como si mis sentidos y mi cuerpo de verdad estuvieran viajando a otra dimensión.
La música cambia pero la sensación no se desvanece, y comienzo a mover mis pies al ritmo de un tango más marchoso, deslizándolos y entrelazándolos entre los de ese sujeto fantasma. Si me concentro, soy consciente de sus facciones, de ese mentón prominente, de aquella sonrisa de labios finos, de unos profundos ojos negros. Pero sin embargo sé que no está, y que esos brazos que me envuelven mientras pego mi espalda contra su pecho no son más que un producto de mi imaginación. Me muerdo el labio inferior, sonrojada, porque nunca había vivido nada igual cuando escucho música, y solo me dejo llevar, me dejo guiar. Me dejo hacer.
Poco a poco es como si la música me estuviese formando. Ya no soy una chica que estaba tumbada en su sofá en una pose poco elegante, sino que soy una mujer, como si además hubiese crecido unos cuantos centímetros, y como si de golpe mi cabello hubiera dejado de estar en un moño, sino suelto en una fina cascada ondulada. Miro a mi pareja, tan irreal pero tan cercana, y nos sonreímos. Un foco se posa sobre nosotros y sigue nuestros pasos, proyectando una sombra a mi alrededor.
Y de golpe nuestros cuerpos se pegan tanto que soy capaz de contarle las pecas, me deslizo por su torso con movimientos bien meditados y asciendo hacia sus ojos con una sonrisa de confianza que casi no reconozco en mi rostro. Tengo el corazón tan acelerado que creo que me va a dar un infarto, pero sin embargo solo puedo oler su perfume, fuerte, y preguntarme cómo la música es capaz de transportarme con tanta facilidad a otro lugar, a mi fantasía. Solo puedo notar mi garganta seca, mis labios húmedos y deseando besar al aire, o a lo que un conjunto de notas han creado en mi habitación.
Pero la música se detiene, y ambos nos apartamos. Él me sonríe y yo me sonrojo. La fantasía se va desvaneciendo poco a poco y de la joven confiada que bailaba en elevados zapatos de tacón queda poco. Me voy desvaneciendo y vuelvo a ser la chica en calcetines con un moño mal hecho. Y él se desvanece también. Hay tantas cosas que quiero preguntarle que no sé por dónde empezar. Entreabro la boca pero me entra miedo, miedo de que cualquier sonido que salga de mis labios rompa el rumor de la música que todavía queda en el ambiente, miedo de que se pierda la magia todavía más rápido. Solo soy capaz de alzar una mano hacia él y tratar de acercar su recuerdo a mí.
Pero ya es tarde, y toda magia se desvanece, dejando una habitación vacía, a mi cuerpo en medio del salón, y el silencio a mi alrededor. Nada suena en el ordenador, y solo escucho mi pulso recuperando un ritmo normal, y mi respiración profunda y acelerada. Quiero volver a evadirme, volver a desaparecer, y sumergirme entre las cuerdas del violín de aquel tango que me ha cambiado el alma.
Son pasos lentos los que doy, tal vez titubeante, mientras vuelvo a acercarme al ordenador. Me acuclillo frente a él, mirando la pantalla. Una sonrisa aparece en mis labios, traviesa.
Y, sin pensarlo, pulso el botón de replay.
¿Qué tal? ¡Al fin viernes! Subo esto antes de irme a mi ultimo examen de enero así que ya sabéis que mi semana ha sido mala pero está a punto de mejorar jajaja. Esperemos que el examen me salga bien, ya os contaré.
Hoy vuelvo a subir un relato del "cuéntame tu historia" para ver si me pongo al día. Que por cierto, Shei subió también una entrada sobre este reto. Esta vez el tema tenía que ver con la música.
Llevaba un tiempo con sincio de que alguno de mis personajes bailara y pensaba llevarlo por ese camino...
Y bueno, bailar, baila. Pero es muy raro xD
En fin, espero que os guste.
Lo escribí con esta playlist sonando y puede hacer que la historia cobre vida frente a vosotros.
O puede que no.
PD. No, yo tampoco sé qué me ha dado con la primera persona de presente.
La música envuelve mis oídos, como de costumbre, con los cascos puestos. Es fácil evadirse con ella y desaparecer a otro lugar, y a otra dimensión, cuando te sumerges entre notas que disto de conocer, pues la verdad es que no tengo ni la menor idea de entender la música.
Sin embargo, sin poder evitarlo me quito los cascos y comienzo a vagar sola por la habitación. Unos pasos lentos y siguiendo un ritmo que conozco. Claro que lo conozco bien. La melodía me va envolviendo y pronto las notas parecen acompañarme en cada pisada. Un tango, sí, pero un tango lento cargado de emoción. La melodía se expande a mi alrededor mientras camino, y casi puedo sentir las notas acariciarme la cintura y guiarme, como si en vez de estar en calcetines en el salón, llevara zapatos de aguja y un largo vestido rojo en medio de una sala de baile.
El pulso se me acelera, conmovida por las notas, por la voz que la acompaña. Siento la calidez del hombre que toca el violín, y noto sus manos entre las mías, haciendo que retroceda y abriendo su brazo para que pase por debajo. Dejo escapar mi cuerpo en aquella sencilla pirueta y me vuelvo a pegar a esa persona invisible que, sin embargo, siento tan cerca, y es como si mis sentidos y mi cuerpo de verdad estuvieran viajando a otra dimensión.
La música cambia pero la sensación no se desvanece, y comienzo a mover mis pies al ritmo de un tango más marchoso, deslizándolos y entrelazándolos entre los de ese sujeto fantasma. Si me concentro, soy consciente de sus facciones, de ese mentón prominente, de aquella sonrisa de labios finos, de unos profundos ojos negros. Pero sin embargo sé que no está, y que esos brazos que me envuelven mientras pego mi espalda contra su pecho no son más que un producto de mi imaginación. Me muerdo el labio inferior, sonrojada, porque nunca había vivido nada igual cuando escucho música, y solo me dejo llevar, me dejo guiar. Me dejo hacer.
Poco a poco es como si la música me estuviese formando. Ya no soy una chica que estaba tumbada en su sofá en una pose poco elegante, sino que soy una mujer, como si además hubiese crecido unos cuantos centímetros, y como si de golpe mi cabello hubiera dejado de estar en un moño, sino suelto en una fina cascada ondulada. Miro a mi pareja, tan irreal pero tan cercana, y nos sonreímos. Un foco se posa sobre nosotros y sigue nuestros pasos, proyectando una sombra a mi alrededor.
Y de golpe nuestros cuerpos se pegan tanto que soy capaz de contarle las pecas, me deslizo por su torso con movimientos bien meditados y asciendo hacia sus ojos con una sonrisa de confianza que casi no reconozco en mi rostro. Tengo el corazón tan acelerado que creo que me va a dar un infarto, pero sin embargo solo puedo oler su perfume, fuerte, y preguntarme cómo la música es capaz de transportarme con tanta facilidad a otro lugar, a mi fantasía. Solo puedo notar mi garganta seca, mis labios húmedos y deseando besar al aire, o a lo que un conjunto de notas han creado en mi habitación.
Pero la música se detiene, y ambos nos apartamos. Él me sonríe y yo me sonrojo. La fantasía se va desvaneciendo poco a poco y de la joven confiada que bailaba en elevados zapatos de tacón queda poco. Me voy desvaneciendo y vuelvo a ser la chica en calcetines con un moño mal hecho. Y él se desvanece también. Hay tantas cosas que quiero preguntarle que no sé por dónde empezar. Entreabro la boca pero me entra miedo, miedo de que cualquier sonido que salga de mis labios rompa el rumor de la música que todavía queda en el ambiente, miedo de que se pierda la magia todavía más rápido. Solo soy capaz de alzar una mano hacia él y tratar de acercar su recuerdo a mí.
Pero ya es tarde, y toda magia se desvanece, dejando una habitación vacía, a mi cuerpo en medio del salón, y el silencio a mi alrededor. Nada suena en el ordenador, y solo escucho mi pulso recuperando un ritmo normal, y mi respiración profunda y acelerada. Quiero volver a evadirme, volver a desaparecer, y sumergirme entre las cuerdas del violín de aquel tango que me ha cambiado el alma.
Son pasos lentos los que doy, tal vez titubeante, mientras vuelvo a acercarme al ordenador. Me acuclillo frente a él, mirando la pantalla. Una sonrisa aparece en mis labios, traviesa.
Y, sin pensarlo, pulso el botón de replay.
Holaa
ResponderEliminarLo primero, espero que ese examen te haya ido bien.
Tu cuento me ha dejado sin palabras. Lo he leído escuchando la música que nos has dejado, la que por cierto me ha encantado. El relato es sencillamente fantástico.
Sigue escribiendo por favor
Besitos de Eli ^^
Espero que haya ido bien, muchas gracias por los ánimos.
EliminarMe alegra que te gustara tanto la playlist como el relato, la verdad es que fue muy espontáneo y he descubierto que al final lo espontáneo es lo que mejor sale.
¡Un besín!
Qué bonito madrinaaaa!!! ^^
ResponderEliminarMe ha gustado mucho, la verdad te metes en la historia y pareces ser tú la que estás bailando y al final sientes esa tristeza porque haya terminado...
¡Estupenda como siempre!
Un besazooooo
P.D.: Muchísima suerte con el exámeeeeen :D Lo harás genial :)
Muchas gracias ahijada <3 la verdad es que no vi que hubieras subido este relato aunque estés en la iniciativa, si lo subes avísame y edito~~
EliminarMe alegra que te gustara el relato, piensa que siempre podrás darle a replay ;)
Y gracias por la suerte, espero que me fuera bien xD
¡Un besín!
No guapa aún no me he puesto al día con la iniciativa, solo escribí un relato :S
EliminarDespués de exámenes me pondré con ella ^^ Ya te avisaré :)
Seguro que te ha salido genial ^^
Un besazoooo!!!
Jajaja no pasa nada, yo también voy retrasada. Me lo perdonan porque es mi dragona, que si no jejeje
EliminarCuando lo hagas avisame y hago publi ^^
¡Un besazo guapa!
Uiiss espero que te haya salido bien el examen, un texto precioso! Gracias <3
ResponderEliminarEso espero yo también jajaja Me alegra que te gustara el relato.
Eliminar¡Un besín!
Qué chulo, Gema!! Qué bien te expresas, qué bonito ha quedado, casi he baildado el tango con ella :)
ResponderEliminarDale al Replay!! ;)
Espero que te haya salido bien el examen!!
Un beso, guapa!
Ay Ángela, me alegra que te gustara. Parece que la primera persona de presente me queda mejor de lo que me parece a mi xD
EliminarYo también espero que me haya ido bien jajaja
¡Un besín!
Esa sensación que has transmitido de estar bailando con ella ha sido magnífica. Con lista de reproducción incluida mientras leía. Maravillosa, como siempre <3 Eres la mejor, vikinga!
ResponderEliminarJo, me alegra que te gustara dragona <3 Parece que todos os habéis sentido conectados con el baile. ¡Suena a que lo he hecho bien!
Eliminar¡Un besazo dragona!
¡Espero que el examen te haya salido genial!♥ A mí aún me queda un poquito, pero ya mismo seré también "libre". Y bueno, que llevaba tiempo sin pasarme por este blog, pero como siempre me pasa cuando leo algo tuyo... ¡Me encanta! Además creo que te has hecho muy bien con esto de narrar en primera persona, cada vez te sale mejor.
ResponderEliminar¡Un besote!♥
¡Mucha suerte con los examenes que te quedan entonces! Me alegra que te gustara la primera persona y el relato, parece que tendré que experimentar más con eso.
Eliminar¡Un besín Claudia!
Me has tenido atrapado desde la primera palabra (¿o debería decir nota...? jeje), la verdad es que a mi también me han dado ganas de darle al replay :-)
ResponderEliminarSaludos amiga!
No, si a mi también me dieron ganas. Además ahora con los cascos bluetooth puedo hacer el idiota en el salón y hacer como si de verdad fuera a bailar eso ;)
EliminarPor desgracia no me aparecen violinistas guapos...
Me alegra que te gustra Ramón :)
¡Un besín!
Me encantó :)
ResponderEliminarYo le daría al replay veinte mil veces y más :) Es más con la canción lo he echo jeje
Tu propia historia es como una melodía, te engancha desde el principio hasta el final, no se puede apartar la vista de la pantalla.
Sigue así, madrina :)
Besos
<3
Es que la playlist es para darle a replay sí o sí. Morí de amor con las primeras canciones.
EliminarMe alegra que te gustara tanto, ahijada, sobre todo tu que eres música y tengo fe en tu opinión.
¡Un besín!
Oh! Es una historia preciosa. Me gusta lo que siente la protagonista con la música y la frase "cómo la música es capaz de transportarme con tanta facilidad a otro lugar, a mi fantasía.". Sencillamente es un relato fantástico.
ResponderEliminarBesos.
La verdad es que se me fue de las manos cuando comencé a escribirlo, pero me gusta cómo acabó. Si que es un relato fantástico, aunque no de la fantasía que siempre suelo escribir ;)
EliminarMe alegra que te gustara.
¡UN besín!
Eso es lo que se conoce como "Aprovechemos que estoy sola para fliparlo a tope". Sí, yo también lo he hecho, aunque por desgracia no tengo la imaginación de esta muchacha, que es capaz de imaginarse a un mozo de buen ver bailando con ella como si estuviera ahí de verdad. Ya quisiera yo poder imaginarme eso así, con mi Henry Fonda cogiéndome de la cintura y yo muerta y tirada por los suelos con varios microinfartos de amor absoluto. En fin... Creo que me estoy desviando un poco xD
ResponderEliminarNunca había leído un relato así, de un baile, me refiero. Me ha sorprendido poder imaginarme los pasos con bastante claridad, así que te doy mi enhorabuena, porque esto significa que debes ser igual de buena describiendo una lucha espada, por ejemplo, que todos sabemos que no es más que un baile también.
:-)
TOTALMENTE.
EliminarNo, en serio, yo también me he vuelto loca bailando pero nunca me aparece un violinista buenorro para acompañarme en el baile. A mi me habría dado algo, sin duda alguna, creo que me habría tropezado bailando, sobre todo con mi suerte.
En fin, en serio, me siento muy halagada por eso de que se me dará bien escribir una lucha de espadas porque lo dudo mucho. Lo he intentado muchas veces y por supuesto voy mejorando, pero eso no deja que me parece que se me da de culo, como si fuera la coreografía de la lucha de espadas de los caballeros de la mesa cuadrada. Todo será seguir poniéndome, por supuesto.
¡Un besín!
*Saca un guante blanco del bolsillo y la abofetea* Te reto!!! Ahora tienes que escribir un relato donde aparezca una lucha espada y me lo tienes que dedicar para que yo ponga ojitos en plan anime con estrellitas y todo :D
Eliminar*Coge el guante* ¡Acepto el reto! Tengo que pensar una situación y el combate, pero te lo dedicaré algún día sin duda alguna <3 Si quieres añadir cosas al reto, te doy permiso. Así tengo una idea de qué escribir xD
EliminarHolaa ^^
ResponderEliminarNo hay nada más estremecedor que el violin. Me gusta la redacción prolija y cuidada de tu relato, escribes bien! Me sentí casi identificada con la imaginación de la protagonista, es muy real el relato de su imaginación, del muchacho apuesto que baila con ella.
Un besito!
Muchas gracias Tana! Me alegra que te gustara y las palabras tan bonitas que me dedicas. La verdad es que a medida que lo escribía casi me daba envidia, sin duda tiene una imaginación desbordante.
Eliminar¡Un besín!
Si tuviera que defirnirlo con una sola palabra seria magistral.
ResponderEliminarLa palbras y el tango se han unido y han logrado convertirse en un texto capaz de conseguir que recreara casi a la perfección la escena. No se como lo haces Gema, yo también quiero llegar a escribir con tanta gracia, un beso enorme
Lena
Jo, Lena, que no me dediqueis palabras tan bonitas que me las creo. Me alegra que te gustara el texto. Tu también escribes muy bien, es todo práctica.
EliminarUn besazo! <3
Preciosísimo, a mí me falt todavía hacer esta entrada, a ver si me pongo al día pronto.
ResponderEliminarUn besazo <3
Jajaja vamos todos con retraso con la iniciativa. Me alegra que te guste Ana Belén.
Eliminar¡Un besín!
Que bonita la historia la verdad!
ResponderEliminarSaludos
¡Hola! :D
ResponderEliminarEspero que el examen te fuera bien. Qué bonito el relato, me encanta <3. Me gusta esta sección tan curiosa.
Un besito :3