All I want for christmas... {Cuentame tu historia}

¡Hola!
Yo soy como una persona muy ilógica, hice el Cuéntame tu historia de Halloween un 21 de Noviembre y el de navidad un 30 de enero. Como veis lo de las fechas no se me da demasiado bien.
El relato de hoy es mi pequeño deseo de todos los años convertido en ficción. Sobre todo porque el día en el que nieve lo suficiente en santander como para hacer ángeles de nieve me importará muy poco estar sola.
Bueno, mentira, pero es igual.
Os dejo con el relato de hoy. Espero que os guste.

El mejor regalo

La nieve caía del cielo con fuerza. Miré los copos distraída por la ventana, mientras a mi espalda mi madre, su novio y los hijos de este abrían muchísimos regalos y los comentaban con ilusión. Yo sin embargo solo podía fijarme en la capa de nieve que ya ocupaba el suelo, y en lo mucho que me gustaría compartirla con él.
Sí, suena egoísta, y en parte lo era. Ojalá pudiera estar con él, era lo único que había pensado en nochebuena, y ojalá se tumbara en mi cama y ojalá mañana estuviera envuelto en papel de colores en medio del salón. Mis navidades, desde que lo había conocido, eran un conjunto de ojalás, porque nunca iba a estar conmigo en la navidad, ni en año nuevo. Eran unas fechas para estar con la familia. Y él…
Bueno, sólo eramos pareja. Y él tenía que volver a su casa, demasiado lejos como para poder pasarla juntos.
El teléfono sonó y me obligué a girarme, a cogerlo ilusionada. Ver su número en la pantalla era suficiente para apartar los malos pensamientos, sobre todo porque ambos sufríamos en estas fechas, y lo último que quería era culparle de vivir en otra ciudad, de tener que cogerme un bus de seis horas si quería verle.
- ¡Feliz navidad!- Canturreé, volviendo la vista a la ventana. Mi aliento golpeó el cristal y cubrió de vaho la superficie. Me encanta esa sensación, de frío en el exterior pero de calidez en casa.
- Feliz navidad- Su voz temblaba por el frío, lo que me hizo reír- No te burles, estoy helado.
- Lo siento. ¿Qué te ha traído papá noel?
- Una bufanda, un gorro y unos guantes que estoy estrenando.- Reí, imaginándomelo completamente enfundado en su ropa de invierno- ¿Y a ti?
- Calcetines. Está muy lejos de lo que había pedido.- Hice una pausa, intentando que no se sintiera muy ofendido por el comentario. Le echaba tanto de menos, que no pude evitarlo.
- Vaya, pues qué mal. ¿Y qué habías perdido?
- Un novio que capte las indirectas- Respondí, sarcástica. Él bufó, al otro lado del teléfono- ¿Hace mucho frío por allí?
- Muchísimo. Pero hay nieve.
- Qué guay. Aquí también.- Me rasqué el ojo, comenzaba a picarme de las ganas que tenía de estar a su lado y abrazarle- Justo pensaba salir a hacer unos ángeles de nieve, o algo así.
- ¿Puedo acompañarte?
Fui a reírme, pero de golpe, bajo mi ventana, vi una figura con un abrigo negro, gorro, bufanda y guantes hablando por teléfono. A pesar de la distancia y de la nieve, fui capaz de distinguir su rostro. Y me sonreía.
- Feliz navidad. Espero que el regalo no llegue muy tarde.
Allí estaba, había venido. Había venido por navidad.
Ese era mi mejor regalo.