Robar {Una palabra/una historia}
¿Qué tal comenzamos la semana? Espero que bien y con las pilas renovadas.
Hoy os traigo otra entrada de "Una palabra/ una historia", esta vez con la palabra Robar. Y, de este modo, he recuperado otra vez a viejos personajes, y posiblemente cierre por fin su historia. Aunque quién sabe, pueden pasar muchas cosas que no se me hayan ocurrido todavía. Podéis leer sus relatos anteriores aquí y aquí.
Por suerte, es la primera vez que se ven y no se lian a golpes.
¡Espero que os guste!
Mentirosa
Había dejado su trabajo, había decidido que las casas, y proteger a gente, no eran lo suyo. Dos encuentros había necesitado, y en el primero había acabado en un bosque, casi desnudo, y en el segundo ella le había salvado la vida. Y, cuando no le quedó más remedio que aceptarlo, se había marchado.
A buscarla.
Era un buen soldado, había dejado el campo de batalla por algo estable, y a veces se arrepentía de lo que estaba haciendo. Perseguir algo tan efímero como esa joven que aparecía solo para amargarle la existencia, para dar un cambio de 180 grados a su vida, sin necesidad de control. Pero no vivía sin esos giros. Una vez conocía la acción que era estar a su lado, aunque fuera durante una corta batalla, no podía evitarlo.
Siguió sus pasos desde la costa hacia el interior. Su patrón de movimiento era difícil de adivinar, pero siempre dejaba huellas de su paso. Inocente, parecía. Le encantaría reírse de la gente que opinaba así de ella…
No, el sabía más.
Y por eso la interceptó antes de su próxima acción, frente a frente ante la biblioteca.
- Nunca supe por qué querías robar.- Admitió. Eran unas palabras muy secas en comparación de todo lo que había querido decirle, pero, cuando llegó el momento de la verdad, no supo qué decir si no fuera aquello. Ella sonrió.
- No quiero.
Esbozó una corta sonrisa en sus labios, todavía observándola, mientras se acercaba a pasos cortos hacia ella. No hizo amago de retroceder, como si supiera que en realidad era completamente inofensivo.
- Mentirosa.
- ¿Vas a detenerme?
Negó con la cabeza, aproximándose. Ella siguió sin moverse, esperando a ver lo que hacía. Pudo ver sus ojos perseguir las manos del soldado, ver hacia dónde se dirigían, estaba alerta. Supuso que no podía juzgarla. Él habría hecho lo mismo, lo había hecho las dos veces que se habían visto. Y era su turno de dominar la situación, de enfrentarse a ella con algo que no fueran armas, aunque era una situación nueva para ambos.
- Creo que… podría ayudarte.
- ¿A robar?
Él sacudió la cabeza, no era capaz de robar, era algo muy impropio de alguien que había vivido siempre en el bando bueno de la ley. Sin embargo, no dejó de sonreír.
- No puedo con eso, pero puedo ayudarte a salir de aquí. Podríamos vivir juntos, en el bosque, escapar de la sociedad.
Ella sonrió, dejando que el silencio se apoderara entre ambos.
- Te robé algo más que la vida cuando estuvimos juntos, ¿verdad?
- Sí, supongo que tienes razón.- Extendió su mano hacia él, ignorando, por una vez, la biblioteca y su trabajo.- Me robaste la vida, tuviste razón. El problema es que nunca me la devolviste.
- Nunca quise hacerlo.
Me ha gustado ^^
ResponderEliminarUn beso
¡Gracias! Me alegra que te gustara.
Eliminar¡Un besín!
De momento sí ;) Tengo alguna idea en mente sobre ellos, pero nada muy preciso, además que me gustaría darles un descanso durante un tiempo, y lo mínimo es cerrar su historia.
ResponderEliminarY viendo cómo dejo a veces a mis personajes, me parece un acto muy considerado.
En fin, un besín, y gracias por leer :)
Tienes un blog super bonito. Te sigo. Te avisaré con un par de ideas que se me han ocurrido para lo de La Senda de los Dioses.
ResponderEliminarMe encanta. Como siempre ¬¬
ResponderEliminarMuchas gracias por el aporte. Me ha gustado mucho. Me alegra ver el buen uso que hacen de las palabras, siempre me alegran el día con sus relatos. Nos seguimos leyendo :)
ResponderEliminarMe alegra que te gustara, Lilith. Ahora me paso a leerte. Es muy difícil que una palabra tenga mal uso ;)
Eliminar¡Un besín!