5+1 consejos para acabar tu historia.

Cuando al fin me decidí por la siguiente historia a escribir en el NaNo (la molécula de la Discordia, la misma que había intentado para el Camp Nano pero que el agua decidió que no era viable), cometí un error muy grande: me dio por revisar viejas historias.

Sabéis que hago eso mucho últimamente, y voy a culpar a mi portátil viejo porque entre que están aquí, y que al tener linux no tengo mucho más que hacer, me da por releer.

Desde hace unos años he intentado seguir una "pauta" de "una historia larga y entre medias relatos cortos", porque si no, se me acababa llenando la carpeta con historias que estaban empezadas y que sabía que no iban a ir a ninguna parte. Así que, si de verdad quieres acabar algo, tienes que centrarte en ello. No dejar la historia abandonada en un rincón.

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Y, desde hace unos años, sigo unas pautas a la hora de escribir para evitarme justo esto. El tener ganas de escribir otra cosa. Y voy a desvelarlas.

No abrir más proyectos

Eso es, cuando te adentres a investigar en tu carpeta de relatos para abrir tu proyecto, no abras ese que tiene un año, ni ese por el que sientes algo de nostalgia. Céntrate en el relato que tienes inacabado, que tienes una guía de por dónde llevar, y llévalo hasta ahí. Como si tienes que darte un golpe en la mano para evitar clickar ahí. Hazlo. La mejor forma de resistir la tentación es evitar la tentación en primer lugar.

Llevar un esquema de la historia

Ya lo puse en el punto anterior, pero lo considero un paso importante, importantísimo. Es necesario tener un esquema más o menos desarrollado para saber lo que va a hacer tu personaje, o a qué tiene que enfrentarse. Poner los puntos esenciales de la historia, y cuando los tienes elaborados, dividir por capítulos, así sucesivamente hasta tener claro cómo vas a llevar la cosa. Así no te pierdes y siempre sabes a dónde quieres ir en la historia.

 Mantenerte siempre interesado por lo que haces

Ese tal vez es mi mayor problema. Puede llegar un punto (como que todo lo que quieres escribir esté guardado en un formato que linux no conoce) en el que te sientas más interesado por otras cosas. O puede que ya no sea el momento para escribir la historia que tenías en la cabeza. Eso puede pasar. A veces, las historias son como oportunidades, y, si no la escribes, puedes perder la tuya. Creo que lo mejor en estos casos es una relectura y minirevisión, ver dónde está el problema e intentar solucionarlo antes de que sea demasiado tarde, porque la alternativa es el cajón...

No esperes la inspiración

Consejos vendo que para mí no tengo.

Bueno, no, mentira, muchas veces lo hago. Otras soy una vaga. El caso es que es cierto. No tienes que esperar a que la historia venga a ti. Tienes que ser por una vez un poco más objetivo y directo. ¿Quieres acabar la historia? Está bien, escribe. Y no te canses de hacerlo, escribe hasta que sientas el cambio en la cadencia de tus palabras. Es cierto, ocurre, cuando escribes sin ganas no es lo mismo. Pero llega un punto en el que las ganas vienen a ti mientras lo haces. Y sabes que todas esas palabras que no parecen decir nada han merecido la pena. Porque las siguientes lo hacen.

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Anótalo todo.

Sea relevante o no. Da igual. Ten siempre un cuaderno, o una hoja de google keep, evernote o lo que sea que uses en tu móvil. Hazlo aunque te parezca una tontería que no merece la pena, que vas a acordarte. Y cuando no quieras escribir, revisa todas esas notas. Seguro que te viene algo de inspiración.

   

Si de verdad ninguno de estos consejos te vale, cuando vayas por la página 20, 60, 80 de tu novela, cuando estés a punto de finalizar y sientas que no tienes fuerza, siéntate y observa todo lo que has hecho. Todo ese trabajo. Apenas te quedan unas páginas para finalizar. Tal vez no sea una buena historia, tal vez nunca se publique ni ganes una fortuna con ella. Pero es tu historia. Y merece ser escrita.
La única persona que va a escribir tu historia, eres tú.

Y después de automotivarme con todas estas chorradas, voy a ver si me olvido de las brillantes historias que tengo en el cajón por no haber conocido estos secretos a tiempo, y me centro en preparar la molécula de la discordia para el NaNo. Porque esa es una historia que pienso acabar.