Antes de perder las alas. {Relato Corto}
¡Esta es la entrada número 100 del blog! La verdad es que nunca creí que llegaría tan lejos, y la mayoría se resumen a mi vuelta directa al blog, se nota que lo retomé con ganas.
Hoy os muestro el último relato que escribí la semana pasada. Sí, sigo con capitulitos sobre Angie y Nir, no pude evitarlo. En rigor creo que pronto me quedaré sin trama sobre ellos así que tendréis un descanso, seguramente vuelva a escribir sobre Lireth y Theren, aunque puede que no, todo será una sorpresa.
Antes de perder las alas.
Cuando lo único que tienes son tus alas, cuando lo que te define es un poder que nace en lo más profundo de tu ser, la idea de perderlo te abruma. Muchos ángeles caídos acababan vagando perdidos los primeros meses de su vida, y había sabido de casos que nunca recuperaban su esencia. Perder tu alma es algo más que un simple trámite, pierdes extremidades, poder, sentido…
Eres alguien distinto.
Y, desde luego, yo no lo propondría a la ligera.
Pero sin embargo, me sigue pareciendo la única opción.
Como es natural, cuando lo propuse mi hermano y Nir montaron un escándalo. Comenzaron a hablar al tiempo y a tirar de mi brazo como si las sacudidas fueran a hacerme cambiar de opinión. La verdad es que creo que el único que pareció comprender lo serio que era el asunto fue Satán. Y coincidir con el demonio posiblemente fuera lo más raro que me ha pasado nunca.
Tras dejar que se desahogaran sin prestarles la más mínima atención, volví la vista hacia Nir y alcé las cejas, invitándole a que me convenciera de forma sensata. ¿Para qué decir más? Había hablado él por los dos, había gritado por los dos…
Y en parte, temía que se me notara nerviosa. Claro que tenía miedo, pero no era momento para decirlo.
- ¿Sabes lo arriesgado que es entrar ahí sin un arma para protegerte?- Murmuró, acercándose con un paso tan lento que casi ni parecía que se moviera.- Podrían descubrirte y estarías indefensa. Nosotros no podríamos ayudarte, sería muy difícil acabar con todo un ejército en estado de alerta.
Aspiré hondo y parpadeé despacio. Quería disfrutar de los pocos momentos en los que era consciente de mis actos.
- Y él podría usarte para lo que quisiera.- Apuntó Sean, sin dejarme hablar, señalando al diablo. Éste fingió sentirse ofendido y se señaló con dolor en su mirada.
- ¿Yo? ¿Dañar a un alma inocente como tu hermana? No soy tan cruel.- Rió, girando el rostro todavía con aquella fingida ofensa.
- Él no tendría mi alma.- Comenté, volviendo a llamar la atención de los tres hombres. Esta vez todos parecían sorprenderse de mis palabras.- No soy tan ingenua como para entregarme al enemigo sin ninguna promesa de volver a ser yo misma. Mi alma estará al cuidado de Nir.
- ¿Y eso es mejor?- Bufó Sean, en un tono tan severo que creo que sentí que me acababa de acuchillar con sus palabras.- ¿Vas a entregar tu alma al demonio que casi te mata, que no movió un dedo para salvarte de su cuadrilla, y quien deliberadamente te ha hecho bajar al infierno? ¿No se te ha ocurrido pensar que puede ser una trampa?
- ¡Sean!- Tal vez me dolía tanto porque tenía un poco de razón, pese a que cada una de sus acusaciones tenía sus motivos.- ¡Soy consciente de que es un demonio, pero no lo etiquetes sin conocerlo! ¡Nir me ha salvado más veces de la que te imaginas, y desde luego que le confiaría mi alma!
Estuve a punto de seguir gritando, seguramente lo habría hecho. Estaba a punto de sincerarme por primera vez en mi vida sobre lo que Nir significa para mí en realidad. Tal vez decirlo para convencerme a mí misma.
Pero hay verdades que cuesta aceptarlas pese a que sabes que te van a venir bien, y sin duda alguna esta era una de ellas.
Sean no dijo nada, se limitó a suspirar y asentir, girándose y paseando hasta una esquina de la sala, sin decirme absolutamente nada. Satán se encogió de hombros tras mirarme fijamente unos segundos, y al final también se apartó.
Solo quedaba Nir.
- Espero que trates bien mi alma.- Susurré, riendo para aligerar tensión. Nir sonrió.
- Estaba pensando que siempre podría robártela ya y aprovecharme de ti cuando todavía estés indefensa.
Golpeé su pecho, riendo.
- ¿Tanto os preocupa que no salga? No estaré indefensa…
- Es arriesgado
- Pero seré justo lo que ellos quieren, una mujer fría, entrenada, y con ansias de matar.
- Puede ser, pero no quiero perderte.
El hecho de que ni siquiera se molestara en suavizar aquella verdad me puso más nerviosa que todo el tonteo previo que habíamos tenido. Sin duda alguna, sabía que mi alma estaría a salvo con él. En rigor nunca lo había dudado, pero siempre tiendo a preocuparme en exceso de cosas que sé que nunca van a ocurrir. Apreté los labios con suavidad y miré al pelirrojo.
- ¿Me va a doler?- Pregunté en un tono tan agudo que mi garganta se quejó. Sabía que iba a dolerme, o al menos lo intuía, pero tal vez necesitaba una mentira.
- No has sido mala, no veo por qué va a dolerte.- Se encogió de hombros, acercando su mano a mi cuello con suavidad, como si fuera la caricia previa a un beso. Ojalá lo hubiera sido.- Angie… una cosa más.
- Dime.- Murmuré, cerrando los ojos presa de los nervios. Prefería no pensar en qué sería lo último que vi antes de perder el alma.
- Nunca he dejado de cuidarte, ni a ti ni a tu alma. Y no pienso cambiar ahora.
¿Queréis saber qué fue lo último que hice antes de perder mi alma?
Y ¿por qué ha dado su alma? ¡Algo tan valioso!
ResponderEliminarSiento que me he perdido bastante en la historia.. creo que leeré las primeras partes. No obstante, me ha gustado mucho esta parte. Y sobre todo el primer párrafo.
un besooo
psd: ¡Felicidades por esas 100 entradas! (a mi aun me quedan unas cuantas para llegar a esa cifra..)
Eliminar¡Hola Anyi!
EliminarSí, te recomiendo que leas las partes anteriores que, aunque los personajes que presento ya se conocen y puede que los describa poco, sigue siendo mejor que comenzar a mitr de la trama jajaja. Son relatillos cortos así que no te comerás mucho la cabeza con ellos :D
En rigor, te respondo ahí sobre por qué dar las alas. Digamos que es una medida drástica pero sin embargo necesaria en este caso.
Me alegra que te gustara, y gracias por la felicitación, esperemos que pase a unas 100 más y no me quede sin ideas a la mitad jajaja
Aunque, siendo como soy, eso de quedarme sin ideas lo veo imposible.
¡Un besazo! :)
¡Hola! ^-^
ResponderEliminarMuy chulo, ah, y... ¡felicidades por las 100 entradas!
Besos.
¡Muchas gracias Sonia! Me alegra que te gustara el comentario y a ver si logro tener más entradas ajaja. Para la próxima será acordarme del cumple blog y habré cumplido como blogger xD
EliminarUn besín.
Felicidades por las 100!! Ojalá llegue yo a esa cifra!! Me ha gustado mucho el relato que ha marcado esos 100, me pasaré por las anteriores entradas para conocer más a los personajes! Es un placer leerte :*
ResponderEliminar¡Hola Ángela!
EliminarGracias :D Seguro que puedes llegar también, con constancia y mucha imaginación jajaja
¡Me alegra mucho que te haya gustado el relato! Seguro que si lees los anteriores te enteras mucho mejor, pero bueno, explico bastante bien cómo van las cosas entre Angie y Nir y el por qué de la pérdida de alma.
Un besazo, muchas gracias por pasarte :)
Muy fan de Angie y Nir... :)
ResponderEliminarMe encantan este tipo de historias y tu las relatas muy bien.
Una pregunta, ¿te gusta la serie Supernatural (Sobrenatural)?
Espero con ansia el siguiente capítulo, con ganas de saber que le pasa a Angie y a su alma.
Saludos y gracias por compartir tu talento.
¡Hola Ramón!
EliminarJeje, me encanta que os gusten tanto los personajes, significa que ando haciendo bien mi trabajo. ¡Muchas gracias por tus halagos!
Supernatural la tengo en pendientes tras haberme visto 2 caps y alguno suelto con mi madre, pero la sigo via tumblr porque no hago más que comerme los gifs al respecto. A ver si hago un maratón algún día de lluvia en verano, si es que tengo tiempo jeje
Muchas gracias a ti por comentar, Ramón, un besín :)
¡Es precioso! ¡No dejes nunca de escribir!, ¡serás muy buena!
ResponderEliminarUn besito ;)
¡Ay, no me digáis estas cosas que me las acabaré creyendo jajaja!
EliminarUn besín, muchas gracias por pasarte :D