Recuerdos ~FanFic AU EFDL~
"Tengo un recuerdo, algo que
ahora rememoro como algo que tal vez ni siquiera pasó. Una de estos hechos
insignificantes." Pasó caminando, a paso ligero, diría que un tanto
apresurado aunque no sabría decirlo. No recuerdo haberla mirada fijamente, tal
vez un movimiento de ojos que están distraidos y, por caualidad, tropezaron con
alguien que pasaba. Su melena ondeaba al viento, subiendo y bajando según
pasaba de un paso a otro. Ahora lo recuerdo como un fantasma, no creo que ella
hubiese sabido que yo estaba allí. Esa fue la última vez que la vi."
Bueno, la última vez que la vi… hasta ahora.
Y, a pesar de haber pasado años, de haber perdido todo el contacto y de
apenas recordar el color de la melena que ondeaba al viento, ni si sus pupilas
se agrandaban o acortaban cuando centraba su mirada en mí.
Pero es ella, como si me lo dijeran las neuronas de mi cerebro, como si
pudiera saber que había vivido a su lado sin apenas hablar con ella, que había
notado su ausencia en los pasillos cada vez que giraba una esquina. ¿Era tan
difícil vivir sin ella?
Claramente, sí.
Dejé mis obligaciones como capitán al mando de un joven mecánico, quien me
miró con sorpresa. Tenía fe en él, la tuve desde el momento en el que entró en
la nave y, desde luego, no me había decepcionado hasta el momento. Sin duda
alguna, sabría qué hacer. Una vez hube atendido las pocas dudas que tenía, me
miré al espejo de la sala de mando, me atusé la pajarita y me peiné los
cabellos que se habían revuelto al llevar la gorra.
Y salí.
Se paseaba por las calles plagadas de gente haciendo las compras del día.
Parecía que el embarcadero estaba en la mismísima entrada del mercado, y apenas
podía caminar entre el tumulto.
Pero podía verla detenerse en cada puesto, observando un par de objetos,
comprando alguno de tanto en cuando. Caminando despreocupada, sin apenas
molestarse en esquivar a la gente, como si en realidad, estuviera ella sola en
esa sala.
Oh, sí, era ella.
Es difícil intentar explicar mi razonamiento, pero había observado ese
caminar antes, esa sensación de flotar entre multitudes apenas sin esfuerzo,
esa sutileza con la que vagaba.
Alzó la vista, cruzando apenas un segundo nuestras miradas.
Yo había visto esos ojos antes.
Mi corazón se aceleró con aquel cruce de miradas, y busqué la forma de
acercarme a su lado. Fue ella quien me sonrió al acercarme, ¿reconociéndome? No
creo, no sé si tuve la suerte de que se fijara en mí, o simplemente era para
ella una cara guardada en su memoria, pero al que no atribuía ni personalidad,
ni sonidos, ni sonrisas ni suspiros.
Pero ahí nos encontrábamos, dos antiguos desconocidos, haciendo malabares
para que nuestros caminos se cruzaran una vez más, sonriéndonos en la distancia
y reconociéndonos sin hacerlo.
No sé cómo llamar a esta sensación de saber que esa persona fue, es, y será
importante para ti. Sobre todo sin saber quién es, sin apenas ubicar un solo
recuerdo junto a ella, sin que fuera un camino en un pasillo abarrotado y una mirada fugaz.
Detuve mis pasos apenas a un metro de ella, quien seguía observándome
sonriendo, con sus ojos azules brillando con fuerza. Parecían muy… especiales.
Le sonreí.
- Hola…- Musité, notando cómo mi voz parecía temblar de la emoción. Ella me
dirigió una cálida sonrisa- Creo que nos hemos visto antes.
Ella inclinó la cabeza, haciendo que su cabello ondeara, asemejándose al
movimiento que había realizado en mi recuerdo. Cada vez que movía una milésima
sus facciones, parecía más convencido de que es ella, la mujer con la que
apenas comparto un recuerdo y que, sin embargo, sé que es mucho más que ese
momento.
- Yo…- Pareció dudar, aunque enseguida me respondió.- No lo tengo muy
claro, pero seguro que puedes refrescarme la memoria tomando algo juntos.
Sentí como todas mis extremidades perdían un kilo de su peso de golpe, me
sentía tan ligero que podría haber acabado flotando como ella. Me coloqué cerca
de su espalda, procurando notar cada ascenso y descenso de su cuerpo,
procurando no olvidar un solo segundo que pasara a su lado.
- Me llamo Daimen, por cierto.
- Clarya.- Se presentó ella, haciendo que el sabor del tomillo atravesara
mi paladar. Dejé que reposara en la lengua, sin saber muy bien de dónde había
salido, pero agradeciendo el sabor.- ¿Qué te ha traído hasta Edrev?
Le sonreí.
- El destino.
___
Observé a Daimen durmiendo en mi sofá, sin saber cómo había logrado
encontrarme tras haberle borrado los recuerdos, y a toda la tripulación. Sabía
que era la única forma de apartarlos de mi lado y de impedir que acabaran en la
horca. Fue duro, pero me había acostumbrado.
Él no debería estar aquí. Eso llevaba repitiéndome toda la tarde,
intentando hacerme comprender que no era seguro, que no podía hacerlo, que
había pasado página.
Luego observaba mi casa vacía, y a él en el sofá, completándola.
Con un suspiro, me di cuenta que no podía enfadarme porque estuviera ahí.
Desde el momento en el que realizó el hechizo, estaba deseando su vuelta.
Dedicado a Julia por darme el primer párrafo ya hecho :)
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