El guerrero ~Microcuento~
Hola chicos! Volvemos a la vida con los microcuentos. La verdad es que hace mucho que no entraba, hay tanto que comentar!
En primer lugar, pasé limpio a segundo de carrera, ¡y de momento he aprobado todos los exámenes!
Me paso el día por tumblr, es un dichoso vicio que solo recomiendo a los que quieran perder su vida social. Ahora ando en un dúplex super genial con mi novio y su mejor amigo... Oh dios, es que tengo tanto que comentar! jajaja
Ahora supongo que postee otra entrada informativa con todos los cambios y las noticias sobre mi historia. Aquí os dejo con un microcuento destinado a revivir un poco esto :D
En primer lugar, pasé limpio a segundo de carrera, ¡y de momento he aprobado todos los exámenes!
Me paso el día por tumblr, es un dichoso vicio que solo recomiendo a los que quieran perder su vida social. Ahora ando en un dúplex super genial con mi novio y su mejor amigo... Oh dios, es que tengo tanto que comentar! jajaja
Ahora supongo que postee otra entrada informativa con todos los cambios y las noticias sobre mi historia. Aquí os dejo con un microcuento destinado a revivir un poco esto :D
El Guerrero
El guerrero se abrió paso entre enredaderas espinosas,
enfrentándose no solo a las mayores bestias del planeta, sino también, a sus
más grandes miedos. Había cruzado miles de leguas para llegar frente al
castillo abandonado. Todas sus energías habían estado destinadas a ese momento,
estaba obligado a abrir esa puerta, adentrarse en la oscura morada del monstruo
que tanto atemorizaba al pueblo.
Golpeó la puerta de piedra, y con un bramido ensordecedor
llamó a su rival.
La criatura no tardó en responderle, avanzó hacia él
serpenteando como el reptil que era, y se alzó, imponiendo miedo y respeto,
antes de responder con un rugido.
El guerrero sonrió.
La espada en su mano empezó a oscilar y a avanzar hacia el
cuerpo de la criatura. Ser tan grande le era una desventaja, y confiaba en que
pudiera alcanzar a la bestia varias veces antes de que ella pudiera dar con él.
Y así fue, una y otra vez, la espada se hundía en el cuerpo
de la bestia, que parecía muy torpe en sus movimientos. Cuando estuvo
completamente debilitada, su enorme cabeza chocó contra el suelo, y el guerrero
se dispuso a dar su golpe de gracia.
Entonces, escuchó un llanto.
Las crías de la bestia avanzaron hacia su madre, casi
inerte. Se abrazaron a ella y lamieron la sangre de sus heridas, una y otra
vez. El guerrero observó sorprendido aquella reacción, y la espada cayó al
suelo con un golpe metálico. Incapaz de reaccionar, huyó de la escena del
crimen, dejando sin un miembro a una familia inocente que lo único que querían
era protegerse.
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